jueves, 17 de febrero de 2011

A RITMO DE SENEGAL 4. VOLVIMOS Y VOLVEREMOS

Con mucha ilusión por equipaje y con una maleta de 23 kilos repleta de semillas volvimos a Senegal para plantarnos en Tambacounda con el fin de recoger a los primeros niños que nos ofrecía aquella remota región del interior.

Las semillas,- que desde la ignorancia calculamos que pueden servir para cultivar muchas hectáreas y dar de comer a muchos parroquianos-, afanosamente seleccionadas por uno de los afortunados padres fueron rápidamente puestas a disposición de un tambacundés amigo de la CREIXER JUNTS para ayudarle a él y a muchos de sus familiares a tener un nuevo medio de vida lleno de esperanza y futuro. Por su parte, los niños, tras unas horitas de papeleo, también fueron puestos a disposición de sus nuevos padres que, seguro, también les proporcionarán un nuevo porvenir cargado de unas esperanzas e ilusiones que difícilmente iban a poder encontrar de permanecer allí.


Pero, como era de esperar, no todo iba a ser tan rápido. Los pasaportes de los niños, que en la anterior adopción no supuso más que unos pocos días de espera, les tocó en esta ocasión padecer el ritmo local. Tardamos casi tres semanas en conseguirlos para poder regresar felizmente a España. Pero volvimos, que es lo importante.

Mientras esperábamos los pasaportes, una familia, cuya demanda había sido registrada diez días antes, fue requerida por Protección de menores para hacerles la entrevista. Para nosotros supone un verdadero triunfo tan corto plazo, pues en los anteriores casos había transcurrido un periodo interminable entre el registro y la entrevista.

Pero, lo que para unos supone una verdadera alegría a otros les puede haber llegado a suponer un magro resultado para tanto esfuerzo y tiempo. Es lógico, porque no nos cansaremos de advertir que África y por extensión Senegal son un territorio difícil. Donde solo los más fuertes, o, parafraseando a Darwin,- solo los que tienen mayor capacidad de adaptación-, son los que subsisten en sus empeños y alcanzan sus sueños. Ya sea la caza para la mera supervivencia vital o la simple consecución de una ilusión, solo los tenaces que están absolutamente convencidos de sus proyectos, aquellos que son los suficientemente tolerantes y dúctiles con las circunstancias siempre inciertas y adversas que les rodean y solo aquellos capaces de superar y adaptarse a las peores contingencias e inclemencias, ya sean estas climáticas, psicológicas o burocráticas, llegarán a traspasar paciente y estoicamente los muchos obstáculos con los que se van a ir topando en el transcurso de su camino.





Cabe destacar que nuestras primeras familias senegalesas que han adoptado en Tambacounda pertenecen a una de estas especies a las que el eminente naturalista inglés concedería, sin lugar a dudas, un sobresaliente en “capacidad de adaptación”. Desde aquí queremos agradecerles que hayan comprendido perfectamente lo que es adoptar en Senegal y por supuesto su presencia y apoyo en la reunión celebrada en Sevilla el pasado 11 de febrero.

Porque nuestra experiencia africana nos lleva a pensar que, dramática pero muy probablemente, lo único previsible es lo imprevisible. Con esta máxima, fruto del realismo que da la práctica y que quizás no sea especialmente tranquilizadora, hay que acometer cualquier lance, sueño o camino que se pretenda acometer por estas tan inciertas como tórridas tierras senegalesas.

Porque los obstáculos, por otra parte normales en cualquier adopción, aquí pueden llegar a magnificarse. Como ejemplo mencionaremos algo de lo que nos hemos enterado hoy mismo y que nos ha provocado tanta irritación como sorpresa:

Por lo visto, las reiteradas llamadas al Tribunal de Tambacounda por parte de un amigo senegalés de una de nuestras familias adoptantes, lejos de suponer un supuesto adelanto para dicha familia, ha conseguido levantar toda una barrera de suspicacias, especialmente en el fiscal. Hecho este, que a decir de un alto miembro del Tribunal, no debe de ser ajeno al notable retraso que tuvo el ministerio fiscal en emitir sus tan esperados informes sobre la adoptabilidad de los niños que, felizmente, hoy ya se encuentran en España.



En Senegal, que carece de un organismo central de adopciones, estas se obtienen judicialmente en un estrecho ámbito local y se basan, más allá de la mera legalidad de la demanda, que se presupone, en la confianza que todas las instituciones y autoridades, ya sean estas civiles, judiciales o incluso religiosas, han depositado en nosotros como valedores de las familias adoptantes, es decir de vosotros, y en donde cualquier injerencia por parte de algún interlocutor que no sea de CREIXER JUNTS puede romper esa confianza y buen quehacer que tanto nos ha costado establecer. Nos gustaría que esto se entendiese perfectamente.

Por nuestra parte nosotros entendemos vuestra impaciencia. Entendemos la angustia. La desesperanza del que espera. Pero, pedimos, una vez más confianza en nosotros y sensatez. En esta línea, nos viene a la memoria como, no hace demasiado tiempo, una desafortunada iniciativa de una familia adoptante en Vietnam, por querer ganar unos pocos días para la entrega de la que sería su hija consideró que lo mejor era salirse del camino oficial. No solo estuvo a punto de no adoptar, sino que dejó a varias decenas de familias que venían detrás al borde de que tampoco pudieran hacerlo…Hubimos de hacer malabarismos a todos los niveles para reconducir tan delicada situación. Todavía hoy no sabemos si fueron plenamente conscientes de lo que estuvieron a punto de provocar con su impaciencia.

Por lo que desde aquí os pedimos, por favor, que cualquier “iniciativa” vuestra,- por muy bien intencionada que sea-, nos sea consultada antes y evaluaremos conjuntamente sus posibles efectos y beneficios. Porque la experiencia nos ha demostrado que cualquier acción marcada fuera de nuestro camino puede ser contraproducente, para la familia que la promueve o para las siguientes, y lo más probable es que sea tanto para la una como para las otras.



Todo ello y ahora aun más, junto con la perspectiva que va dando una presencia casi permanente en este país, nos conducen poco a poco a ir atemperando nuestras primeras impaciencias con respecto al desesperante ritmo de la administración senegalesa e ir girando lentamente el prisma con el que casi despiadadamente les juzgábamos al inicio:

Debemos de admitir que todos los estamentos involucrados en los procesos adoptivos hacen su trabajo correcta y dignamente. Con sus medios precarios, con un afán creciente de,- previas investigaciones-, superar las reticencias sobre todo lo que venga “de fuera” y las suspicacias que les generamos ante nuestras “prisas de toubabs”, de blancos. Pero finalmente lo hacen a conciencia, eso sí, a su ritmo, al que hay que respetar, por mucho que nos pida el cuerpo lo contrario.

Tras este asunto y volviendo a la reunión celebrada recientemente en Sevilla con muchas de nuestras familias senegalesas, queremos destacar varios puntos:

En primer lugar en ella pudimos comprobar cómo algunas familias no estaban muy conformes con el hecho de que en el proceso en Tambacounda haya de realizarse dos viajes: Un primero para ser entrevistados por Protección de Menores y el otro para recoger la sentencia de acogimiento preadoptivo y con ella poder hacerse cargo de los niños.

Nosotros tampoco estamos de acuerdo. Y así se lo hicimos saber al Juez. Sin embargo, aunque nos ampare la ley y que nuestros informes psicosociales y nuestros certificados de idoneidad deberían ser respetados por las autoridades senegalesas, el Presidente del Tribunal de Tambacounda considera que no hacer estas entrevistas suponen un motivo de discriminación con respecto a los adoptantes nacionales que sí deben de realizarlas, distinción en la que no quiere caer. Por lo tanto, son lentejas, las tomas o las dejas: La familia que quiera adoptar en Tambacounda y quizás también en otras regiones, deberá hacer dos viajes.

Por otro lado, es bien cierto que la reseña facilitada por el Ministerio de A.A.E.E. español sobre la adopción en Senegal y sobre la que se basa la información que dan las diferentes Comunidades Autónomas habla de un solo viaje. Pero nos tememos muy mucho que hayan recabado su información exclusivamente de Dakar, puesto que la actual Jueza de Menores de esta ciudad no lo ve como su colega de la región oriental y acepta sin problema tanto las idoneidades como los informes emitidos por las autoridades españolas, obviando así la entrevista y necesitando por lo tanto de realizar un solo viaje. Sin embargo, no es menos cierto que nadie nos puede garantizar que si es sustituida por otro magistrado, este pueda interpretar el proceso de otra manera, por ejemplo como el del Juez de Tambacounda y requerir que el proceso se haga con entrevista de Protección de Menores y en dos viajes.




Pedimos sobre este tema una vez más capacidad de adaptación a un medio difícil, o al menos, comprensión.

Y aquellos que se consideren “engañados” por una información que, cuando se les facilitó era la correcta y que luego, al ir abriendo nuevas expectativas en otras regiones hubo que aceptar y adaptarnos a las costumbres locales,- y que por lo tanto cambió-, podemos ofrecerles que nos comuniquen su deseo de que solo quieren adoptar en Dakar, que hoy por hoy, solo exige un viaje. Eso sí, asumiendo el ritmo adoptivo de esta ciudad. Nuestro ofrecimiento está en pie: El que quiera exclusivamente Dakar que nos lo haga saber.

Otro tema a considerar es el hecho de que a varias de las familias les vence la idoneidad en breve y que, presumiblemente por razones de edad, su renovación solo se pudiera conceder con un rango de edad mayor al que tienen actualmente, dificultando su continuidad en el proceso adoptivo en Senegal al ser el perfil mayoritario de este país el de un menor de menos de tres años. Si bien, como es sabido por todos, la concesión de las idoneidades dependen exclusivamente de la Comunidad Autónoma correspondiente, desde CREIXER JUNTS vamos a exponer a la Administración este hecho que afecta a un determinado colectivo de familias para ver si se puede dar una solución que les permita continuar con su proyecto adoptivo.

Por otro lado y en términos generales, en dicha reunión se pudo percibir como a medida que avanza la espera y pasan los meses muchos ven unos resultados que les parecen insuficientes, y así determinadas familias van sucumbiendo a la desesperanza y con ella van perdiendo la confianza en nosotros. Es natural. Lo entendemos y así nos dejamos “encajar” deportivamente una serie de calificativos que en otras circunstancias hubieran supuesto una respuesta inmediata. Pero enmarcados en un proceso adoptivo entendemos perfectamente la desazón que se cierne sobre muchos de vosotros. En ese sentido consideramos que la máxima información que podáis recibir sobre Senegal, su singular proceso adoptivo y la situación concreta de vuestro expediente, redundará en restituir la confianza y las ilusiones depositadas en nosotros así como en recabar elementos de juicio que os permitan evaluar sosegadamente la viabilidad de vuestro proyecto adoptivo.

Por nuestra parte recordarles que, fuera de Dakar y ante la casi absoluta carencia de medios institucionalizados para acoger a menores en estado de desamparo, hemos iniciado un plan estratégico basado en fortalecer las relaciones con las autoridades de varias ciudades que consideramos de las más necesitadas del país y en las que otras instituciones se están ocupando de las estructuras necesarias para atender estas necesidades sociales. Primero fue en Tambacounda. Ahora, en breve, en Kaolack empezará a ponerse en marcha una iniciativa en esta misma línea. Y en la ciudad sureña de Ziguinchor estamos evaluando el pedir los permisos necesarios para ejercer nuestra actividad.



De esta forma vamos consolidando posiciones en áreas diferentes a Dakar, pero no nos olvidemos que la confianza que hemos generado se fundamenta principalmente en la acción social por lo que muchos de los menores de estas ciudades de los que tendremos noticia acabarán volviendo con algún miembro de su extensa familia. Otros, aquellos en lo que no hay una renuncia expresa de la familia irán a Aldeas SOS u otra institución; los demás, probablemente los menos, irán a la adopción, en donde las nacionales tendrán siempre prioridad sobre las internacionales.

Con este camino que hemos emprendido, que podemos calificar como de largo recorrido, creemos sinceramente que las autoridades senegalesas empiezan a no tener más reticencias sobre nuestra buena fe,- que en absoluto queremos emular a los del Arca de Zoé, que tanto daño colateral y directo nos han causado,- y que con ello, el ritmo de vuestras esperas irá cambiando a medida que vaya aumentando nuestra presencia y nuestra actividad en Senegal.

No queremos finalizar esta cuarta entrega de A RITMO DE SENEGAL sin decir algo que puede sonar a Perogrullo, y es que, obviamente es complicado pedirle a alguien que comprenda un proceso de por sí lento y farragoso situado en un contexto que le es extraño a la par que difícil:

Nada mejor para superar el desconocimiento que acercarse a conocer la realidad que pretendemos interpretar. Por ello les proponemos que conozcan Senegal, sus gentes, sus niños de la calle, sus problemas y como no, sus indiscutibles atractivos y quizás de esta forma comprendan realmente lo que significa adoptar en este país:

Sabemos que se están organizando una serie de RUTAS SOLIDARIAS para que hombres de empresa y personas de bien conozcan Senegal con el fin de que ayuden a dinamizar cualquier proyecto en pro de la infancia más necesitada. Por ello, no vemos inconveniente a que aquellas familias que, al margen de cualquier etapa de su proceso adoptivo, quieran conocer la tierra de origen de sus futuros hijos, la realidad senegalesa y el mundo de la infancia desamparada que la caracteriza, nos lo hagan saber y con mucho gusto intentaremos acoplarles en alguna de estas RUTAS SOLIDARIAS en tierras senegalesas.

Hasta pronto familias. Manguidem.
Volveremos.

Fernando Diago.
Coordinador Internacional de CREIXER JUNTS.


A dieciséis de febrero de 2011.