martes, 9 de junio de 2015

Comentarios sobre el acto del sábado 6 de junio





El día 6 de junio hemos presentado nuevamente en CaixaForum Barcelona una actividad organizada por el Equipo Psicosocial de Créixer Junts.

En esa ocasión, iniciamos nuestra actividad con un vídeo sobre nuestra Fundación Uniendo Esperanzas, contra el abandono infantil.

El vídeo que describe la labor de la Pouponnière Lamine Coulibaly ha mostrado la labor social desarrollada en Senegal por nuestra Fundación. Se ha podido observar la obra llevada a cabo por los profesionales que ahí trabajan dirigidos por la Sra. Diaw Fama Ndiaye. Es una tarea realizada codo con codo con los Servicios Sociales, con el pediatra, para cuidar de ellos, recuperarlos de las enfermedades que traen, del raquitismo, la malaria, etc. Para comprobar el estatuto legal de los niños (abandonados, encontrados, con familias que no pueden hacerse cargo de ellos) y las posibilidades o no de volver con ellas o buscarles formas alternativas de Protección y Tutelaje por parte del Estado durante el tiempo de su infancia.
 
Las familias pudieron observar la labor desempeñada y un relato sobre las condiciones de vida y el estilo de las ciudades de Senegal. En el mismo video se ve a Sor Justina, monja franciscana española que reside en Senegal desde 1970 y que ha creado el orfanato modelo de Dakar y es quien ha contribuido al asesoramiento del hogar fundado por nosotros.

Seguidamente se proyectó la película “Piel color miel” que luego dio lugar a un debate que se prolongó con comentarios, experiencias personales de los padres, reflexiones y preguntas que la mesa fue contestando e intercambiando en un clima cálido propicio a la escucha.
 
Los temas que se pusieron de manifiesto fueron:

 1. El papel reparador de los padres para aliviar y ayudar a curar el dolor de los hijos sufridos por ellos en sus primeras experiencias de vida con los traumas sufridos

2. El entender que todo niño adoptado ha nacido antes de la entrada en familia y por tanto ya ha sido nombrado.
 
3. El entrecruzamiento de sentimientos contradictorios que acompañan la entrada en familia
 
4. La contradicción entre la alegría de la familia que ha terminado la adopción legal y el inicio de la adopción subjetiva por parte de todos, entendiendo que el niño ha perdido todos sus referentes válidos hasta entonces y debe adaptarse a un nuevo entorno, una nueva lengua, unos olores distintos, unas comidas con otros sabores, otro paisaje y a vivir en familia. Y que ha dejado todo su mundo familiar hasta entonces, porque era su mundo, el único que quería y por tanto ha dejado sus afectos

5. Ayudar a elaborar duelos es lo contrario de suponer que el niño no se acuerda de nada de su vida anterior, que está feliz porque ya está con nosotros y por lo tanto ya puede “normalizarse” y entrar rápidamente a la escuela, porque ya tiene familia y es como cualquier otro niño de su edad. 
 
6. Hablar de la adopción, no evitar el tema, no evadirse con artilugios para dejarlo para más adelante y entender por el contrario, que el niño necesita ser acompañado en su proceso adoptivo interno. No dejarlo solo en ese camino. No olvidar que la curiosidad y el deseo de saber es la base del pensamiento y por tanto del aprendizaje.

7. Hablar es lo contrario de borrar huellas.

8. Desculpabilizarlo del abandono y de las cogniciones negativas sobre si mismo que alimentan una baja autoestima

9. Acompañarlo en el proceso de indagación sobre su familia biológica
 
10. Favorecer por tanto, la integración de las distintas marcas de su identidad integrando la primaria, la del país de origen, la de su nacimiento y primeros recuerdos, con la de sus padres adoptivos y con su mundo actual
 
11. No negar ni subestimar las diferencias
 
12. No pensar que todo lo que le ocurre tiene que ver con la adopción, ni estigmatizarlo ni negarlo. El tema de la adopción es por momentos figura y en otros fondo
 

Es una comprobación de nuestra experiencia clínica de estos años de trabajo con familias adoptivas que el trabajo con la historia de vida, con el proceso de investigación del niño sobre su vida anterior, es lo que más trabajo cuesta a las familias de aceptar y llevar a cabo conjuntamente con él.
 
Es coincidente con la del servicio de Búsqueda de Orígenes que dirige Carles Benet quien ha señalado la cantidad de jóvenes adoptados que concurren solos, a escondidas de sus padres porque no se atreven, temen que éstos se enfaden o lo consideren una deslealtad. Es sobre estas ideas que tenemos que luchar porque ahondan prejuicios y no ayudan a un buen desarrollo.

Por lo tanto, una conclusión que podemos extraer es que la familia se construye con piezas separadas, como un puzzle, algunas puestas por el niño, su historia y sus cicatrices y otras agregadas por los padres. Hay que descargar parte de la mochila del niño a quien se suelen atribuir todas las dificultades en la integración familiar, porque algunas no le corresponden.

Son las que tienen relación con las capacidades de los padres: su grado de empatía, de comprender el dolor, el sufrimiento, de entender que el hijo se subjetiva en el marco de la familia y por tanto las competencias parentales juegan ahí un papel preponderante para contribuir a aliviar al niño. Ello se puede realizar cuando esas capacidades se manifiestan bajo la forma de tolerancia, capacidad de escucha de los hijos, paciencia con sus dificultades, cohesión familiar, ayudando a crecer juntos, para favorecer una buena integración personal y familiar, evitando la sobreprotección de los hijos o la exigencia, la rigidez y la intolerancia. El punto medio es difícil de alcanzar, pero saber marcar límites con tranquilidad, transmitiendo el valor del esfuerzo, siendo coherentes ambos padres en las medidas empleadas, el buen clima familiar, es una buena mezcla para favorecer el crecimiento de los hijos.
 
Beatriz Salzberg
Directora Área Psicosocial
Créixer Junts