Antes de iniciar un proceso adoptivo es conveniente no olvidar que:
- Una adopción es un proceso conjunto. Es una relación que se establece entre los padres y sus hijos y el éxito de la misma depende tanto de las condiciones del niño como de las capacidades de sus padres para aceptarlo, acogerlo con cariño y tener tolerancia con sus dificultades.
- La adopción de un hijo resulta exitosa siempre que las familias hayan elaborado sus propias dificultades para engendrar o las circunstancias particulares que los han llevado a ello. Por supuesto que, en el caso de las parejas, debe haber un acuerdo mutuo.
- Debe ser una decisión meditada. El niño no “cura” a los padres. Necesita, por el contrario, que estos lo acepten y ayuden a curar las heridas visibles o invisibles del abandono y la institucionalización.
- El respeto por su origen se inicia con el mantenimiento de su nombre. Ya ha sido nominado, no nace cuando conoce a sus padres adoptivos. Estos pueden adaptar el nombre a su lengua y/o agregar otro al suyo. Cambiarlo es olvidar el origen externo a la familia. Es lo único que él trae de su país de origen y una marca de su identidad. Se reconoce desde muy pequeño en su nombre.
- Su primer lugar cuando llega es al lado de su nueva familia. No ha conocido hasta entonces, más que la inestabilidad y la precariedad en los vínculos. Ha dejado su mundo conocido y está solo ante la promesa de “buenos padres”. Al inicio siente miedo a lo nuevo y desconocido, temor ante tantos cambios, ante tantas cosas que aún no entiende. Se necesitará tener mucha paciencia con él, porque estará nervioso e impaciente y por ello hará tantas pataletas. Necesita estar al lado de su familia, conocer poco a poco su casa y su entorno.
- No puede empezar el colegio antes de los cuatro o seis primeros meses de su llegada. Si necesita la compañía de otros niños se le puede acompañar al parque, a una ludoteca, a la piscina… En el tiempo de baja maternal debe estar al lado de su nueva familia. Se necesita tiempo para conocerse, establecer vínculos estables y recuperar la confianza en los adultos.
La escolarización temprana es uno de los índices de fracaso en la adopción y en el rendimiento escolar.
- Es conveniente establecer rutinas estables en el orden diario, para que aumente su seguridad y confianza.
- Insistir mucho con las consignas. El tiempo de adaptación está lleno de inquietudes por parte de los padres y de los niños.
- Evitar diagnósticos-etiqueta ante sus dificultades. Los síntomas pasajeros del período de adaptación y los retrasos madurativos se van superando más rápido con tolerancia y cariño que con exigencias.
En otras comunicaciones iremos retomando algunos de los puntos mencionados.
El equipo Psico-social de Créixer Junts se ofrece como ayuda y soporte.